La imagen tuvo gran repercusión en las redes sociales en cuestión de segundos.
El
ex cardenal Jorge Bergoglio mantuvo este jueves un almuerzo con 15
dirigentes de la comunidad judía argentina, quienes pudieron
disfrutar de una comida kosher y cantar en hebreo en la mismísima
residencia de Santa Marta, en el Vaticano.
Una simple mesa simbolizó un hito en la historia del diálogo interreligioso.
Algo distinto pasó este jueves en Santa Marta, donde se
encuentra la residencia del Papa Francisco en el Vaticano. Los 15
dirigentes de la comunidad judía que tuvieron la oportunidad de
asistir a un encuentro con el líder de la Iglesia católica quedaron
sencillamente maravillados. El Sumo Pontífice los recibió como a
sus “hermanos” y convirtió un almuerzo en un momento “histórico”.
La imagen se expandió y multiplicó velozmente en Twitter y Facebook.
El ex cardenal Jorge Bergoglio rodeado amistosamente en una mesa por rabinos y dirigentes de la comunidad judía.
“Ya
nada será igual. Dentro de lo que es mi vida es algo inolvidable”,
manifestó a la Agencia Judía de Noticas el presidente de una
entidad judía que participó de la reunión. “Tiene una trascendencia
mundial la presencia de la comunidad judía con el Papa.”
Algunos
de los que asistieron aseguraron que fue la primera vez que se
sirvió comida kosher y que se cantó en hebreo en el Vaticano.
Una simple mesa simbolizó un hito en la historia del diálogo interreligioso.
“Hine
ma tov umá naím shébet ajim gam iájad” fue la canción que
entonaron junto al Papa, el fragmento de un salmo que reivindica lo
“bueno y lindo” que es “que los hermanos se sienten juntos”.
“Es
una de las canciones más significativas para el pueblo judío y
simboliza lo bueno que es estar todos reunidos”, expresó una de los
dirigentes.
Por otro lado, el presidente de la entidad
resaltó que “esa mesa es la mejor respuesta a la vida, debido a que
70 años atrás desde el mismo lugar salían los trenes cargados de
judíos a Auswitch”.
Los dirigentes calificaron al momento como
“un punto de inflexión muy importante” y le desearon a Francisco
“que dios lo bendiga y le de salud”.
Quizás el momento más
emotivo, y el que causó la espontaneidad que refleja esta
fotografía tan cautivadora, fue cuando en esa mesa se compartió un vino
kosher e hicieron todos un lejaim (brindis por la vida).
“Este
día jamás podrá ser superado”, “todavía no tomamos conciencia de
lo que pasó” y “fuimos parte de un encuentro histórico” eran las
afirmaciones que repitieron una y otra vez los dirigentes.
Sin
dudas, este encuentro fue otro de los motivos por los que el Papa
argentino sigue marcando precedentes en la vida
interconfesional.