Vicaría de Solidaridad
HACER MEMORIA ES RETOMAR EL HILO DE LA
VIDAOrlando Yorio (1932-2000)
En el Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia, fecha
instituida por un gobierno democrático a partir del reconocimiento del horror
que sembró, y tiene sus consecuencias hasta el día de hoy, el terrorismo de
estado ejercido desde la dictadura cívica militar que se desarrolló en nuestro
país desde el 24 de marzo de 1976.
Muchos se preguntarán ¿qué relación tiene una fecha cívica,
instituida por un gobierno "laico" con nuestra realidad de pueblo de Dios? La
respuesta es sencilla y está inscripta en la historia viva de nuestra Iglesia
local: esta Diócesis, desde sus inicios, encabezada por su primer pastor Jorge
Novak, hizo una opción clara por la defensa de la vida y, en época del
terrorismo de estado, por el acompañamiento de familiares de desaparecidos y el
reclamo por la aparición de los mismos. Pero a esta opción por la defensa de los
derechos humanos, se sumaron otras dimensiones que no se obviaron de la vida de
un pueblo que sufría, no sólo por las desapariciones, sino por las consecuencias
de las políticas económicas de la dictadura (de las que aún hoy también nos
cuesta recuperarnos). Por eso, la opción por los pobres surgió de la mano de esta opción por la vida de
nuestra Iglesia. Surgió desde abajo, desde el clamor de los más pobres, de los
desocupados, de sus familias, del hambre, de la desnutrición infantil, de la
falta de acceso a la educación y a la salud, de la falta de acceso a la tierra y
a una vivienda digna. Larga es la historia de este pueblo de Dios que camina en
Quilmes para sintetizarla en esta carta. Este párrafo intenta ser sólo reseña
para que se entienda porqué, desde la más legítima tradición eclesial local,
nosotros queremos seguir siendo testigos del Dios de la Vida, defensores y
promotores de la vida abundante que Jesús prometió, pero que es tarea nuestra
hacer realidad.
En este momento tan
particular de la Iglesia Argentina en que el Espíritu Santo nos bendice
especialmente con la unción del Santo Padre Francisco no podemos
dejar pasar la oportunidad de iniciar un verdadero camino de reconciliación.
Reconciliación que debe construirse sobre la base de la aplicación plena de la
justicia sobre los que han cometido crímenes de lesa humanidad, algunos de los
cuales se manifiestan creyentes de quienes reclamamos un arrepentimiento
sincero. Como los delitos cometidos fueron realizados desde el Estado, en
cumplimiento de la función pública, ese arrepentimiento también debe ser público
y acompañado por un firme propósito de enmienda y reparación dando a conocer qué
ha sido de las víctimas, donde están los cuerpos y donde están los hijos que aún
no han aparecido. Rogamos al Dios de la verdad y la justicia que les conmueva el
corazón.
Desde aquéllos años hasta el día de hoy, hemos recuperado mucho
terreno perdido en la defensa y disfrute de los derechos básicos de los más
necesitados, y se avistan decisiones claras de seguir en ese sendero. Sin
embargo, retomando este hilo de la vida distintivo de esta iglesia particular,
es que hoy necesitamos plantear las señales de aquéllas problemáticas que
atentan contra la vida de nuestro pueblo:
LA TIERRA Y LA VIVIENDA: El acceso al disfrute pleno de una vivienda digna es uno de los
problemas más habituales sufridos por nuestro pueblo. Las propiedades inmuebles
son usadas como refugio de quienes protegen su riqueza ociosa, con el resultado
que el dinero para acceder a su compra, está absolutamente fuera del alcance de
la mayoría de los trabajadores, aún de aquellos que tienen salarios muy por
encima de los ingresos mínimos. Esto desemboca, no pocas veces en los
multifacéticos procesos de tomas de tierras que se viven en las zonas urbanas.
Por ello, es que se debe profundizar los planes de acceso a la vivienda y
facilitar el acceso a los créditos necesarios. También respecto a la tenencia
precaria, entre otras soluciones que deben encararse, urge que a nivel
Provincial y Nacional se sancionen leyes que permitan la regularización
dominial, mediante la escrituración inmediata en forma gratuita de los inmuebles
destinados a vivienda única y familiar que no excedan de cierto valor
determinado, accediéndose sin intermediarios a dicho
derecho.
Esta problemática impacta de lleno también en los grupos
campesinos, algunos de ellos organizados para la defensa de su fuente de
trabajo, de vida, y hábitat, como los miembros del MOCASE en Santiago del
Estero, quienes lamentablemente cuentan con dos miembros asesinados por los
grupos interesados en expulsarlos de sus tierras. El sacerdote Roberto Murall de
la diócesis de Santiago del Estero acompañó a este grupo de campesinos
organizados. La titularización de las tierras ancestrales de los Pueblos
Originarios constituye otra dimensión de este mismo problema, las más graves repercusiones en nuestro país
las sufre el Pueblo Qom, quienes en sus reclamos han tenido que sufrir desde la
cárcel hasta el asesinato de algunos de sus miembros. Estas situaciones se
repiten en muchos países, y nos estremece la gravedad de la situación que
atraviesa el Pueblo Mapuche en Chile.
LA SITUACIÓN DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA EN
RIESGO: Nuevamente tenemos que lamentar que cuando las cuentas no cierran
en la Provincia de Buenos Aires los primeros que lo sufren sean los comedores,
guarderías y demás instituciones a quienes no se les abona los subsidios
comprometidos. El horror de la droga, especialmente del paco, donde no se
encuentran formas de abordajes efectivos, ni desde el Estado, ni de
organizaciones de la sociedad civil, exigen nuevos compromisos para poder
intervenir, en captación, tratamiento, rehabilitación y reinserción de los
afectados y sus familias.
LAS REDES DE TRATA DE
PERSONAS: Todos los días
recibimos noticias de desapariciones de mujeres, jóvenes, adolescentes y niñas.
Sin poder precisar la diversidad de causas que generan estos hechos, las redes
de trata de personas están entre esas causas. Sabemos que algunas de las
personas desaparecidas son secuestradas para ser comercializadas para el consumo
sexual, convirtiéndolas así en esclavas sexuales. La Justicia debe poner todos
sus esfuerzos para que esos delitos no queden impunes, por ello es que desde ya
aguardamos que las apelaciones en la causa por la desaparición de Marita Verón
no concreten la impunidad para los responsables. Aquí nos preguntamos ¿qué red
de complicidades debe desentrañarse para terminar con estas prácticas
aberrantes?
LA GRAVE SITUACIÓN DE LAS
CÁRCELES: No podemos pensar en la situación de los
derechos humanos hoy, sin volver a levantar la voz por las violaciones a los
derechos humanos que ocurren en las cárceles de nuestro país. La problemática
tantas veces denunciada de torturas, tratamientos crueles, inhumanos y
degradantes, hacinamiento, falta de atención médica, y escasos recursos humanos
para lograr la reinserción social, constituyen graves violaciones que cada tanto
eclosionan en los motines sangrientos que suelen producirse y más comúnmente en
los asesinatos que ocurren en nuestras cárceles. Esta realidad nos pone en
condiciones de afirmar que existe una práctica sistemática y generalizada de
violaciones a los derechos humanos en muchas de las cárceles de nuestro país. Es
de esperar que la rápida y adecuada implementación de la reciente ley 26.827 que
crea el Sistema Nacional de
Prevención de Torturas ponga fin a de una vez por todas a estas terribles y
continuas violaciones.
PODER JUDICIAL: Hemos constatado personalmente y no en pocos casos, que las
autoridades judiciales son reacias a asumir las obligaciones que surgen de los
tratados de derechos humanos y que les impone el deber de investigar, sancionar
y reparar las violaciones a los derechos en general. Por supuesto que no es en
la totalidad de los casos. Pero es indignante por ejemplo ver como en muchos
casos penales el servicio de justicia pareciera transformarse en una maquinaria
impulsada sólo por el peregrinar de las víctimas, y las autoridades representan
un obstáculo que cede únicamente cuando las víctimas tienen los recursos o los
casos llegan al dominio público. Es absolutamente generalizado, no importa el
fuero ni la instancia, la interpretación burocrática de la ley, por sobre la
interpretación más adecuada que pueda darle celeridad a la resolución de los
casos. Los plazos que maneja el Poder Judicial son absolutamente irrazonables.
Todo ello repercute de lleno en la sociedad en donde se percibe un alto
descreimiento de su eficacia. La conflictividad social, la desprotección frente
al delito como variables en aumento, tienen su alta cuota de responsabilidad en
el Poder Judicial, los recurrentes hechos de justicia por mano propia, puebladas
y barriadas contra los supuestos responsables de delitos, en la Diócesis y en el
país, no son más que la cara visible de lo que
señalamos.
Aunque comenzamos con la memoria del compromiso de nuestra iglesia
local de Quilmes, queremos afirmar que este compromiso está sustentado en los
valores fundantes de nuestra fe, en el Evangelio de Jesucristo y ratificado con
la sangre de nuestros mártires,
los/as que, con su vida y su muerte, abrieron el camino para que la vida
humana siga siendo el valor superior para defender, para respetar, para ser
realizada en su plenitud. No hay, en nuestras palabras e intenciones, ánimo de
venganza ni de revancha (gran ejemplo de esto nos han dado los organismos de
derechos humanos), sino deseo profundo de justicia, porque la paz verdadera es
imposible sin justicia.
Por eso, este 24 de marzo es ocasión especial para ser fieles a la
Palabra de Dios: “Hoy tomo por testigos
contra ustedes al cielo y a la tierra; yo he puesto delante de ti la vida y la
muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus
descendientes, con tal que ames al Señor, tu Dios, escuches su voz y le seas
fiel.” (Deut. 30; 19-20) Escoger la vida, "retomar el hilo de la vida" como
Iglesia local, es opción sostenida por los profetas y mártires con su vida y
testimonio, y para nosotros/as, todos/as creyentes y gente de buena
voluntad, es tarea y servicio
permanente, un compromiso firme por
la vida, un compromiso histórico, con memoria histórica, retomando ese hilo que
recorre pasado, presente y futuro.
Pedimos en esta fecha, que coincide con el recuerdo de su
martirio, a Oscar A. Romero por el pueblo latinoamericano, a que nos anime en
este camino de Pueblo que quiere vivir.
Vicaría de Solidaridad
Obispado de
Quilmes